Los transmisores de corriente tienen también un papel importante en el rendimiento de los dispositivos
Si necesitamos un nuevo cargador es una práctica muy común tratar de ahorrarse unos euros y comprar el cargador más barato. Esta puede parecer una idea muy atractiva, no obstante, no es una gran idea. Un buen cargador debe de cumplir una serie de características para que no solo carguen el dispositivo sin problemas, sino que además no provoquen daños. El cargador más barato, a la larga, acaba saliendo más caro.
La alternativa generalmente pasa por olvidarnos de cargadores desconocidos y tirar por las marcas oficiales para evitar problemas. Pagar los precios que nos imponen los fabricantes no es estrictamente necesario. A la hora de comprar un cargador, podemos buscar uno que tenga garantía de fabricación, es decir, que asegure que fue diseñado para ese modelo en concreto.
El caso de iPhone es muy específico. Aquellos productos y accesorios que sin ser de marca Apple fueron diseñados para ello llevan una firma que dice MFi, que significa Made for iPhone (hecho para iPhone).
Los cargadores no son intercambiables
Puede que el dispositivo que conectemos a estos cargadores no haga lo esperado si no es compatible. Un cargador USB de mala calidad puede suponer cargas más lentas para nuestro celular.
Problemas de seguridad
Los fabricantes de los cargadores de imitación ignoran los estándares de seguridad. En muchos casos ocurre que el aislamiento no es el correcto, y con esos cientos de voltios «correteando» por el interior de los cargadores, los daños pueden ser importantes. El más común, por supuesto, es que acabemos con un cargador quemado… si es que no acaba dejando nuestro dispositivo inservible.
Riesgo de quemar tu móvil
No todos los cargadores son capaces de suministrar la corriente de una forma estable. Por eso, es posible que algunos cargadores suministren un voltaje que se aleje en mayor o menor medida de los valores recomendados. Un cargador de mala calidad o que se encuentre en mal estado puede deteriorar la vida útil de una batería o incluso quemar el teléfono al utilizar un voltaje en momentos puntuales que se salga de los estándares.